Estoy terminando un nuevo libro de poemas y prosa poética que llamaré CONTRA EL TIEMPO, les comparto la portada, que después de mucho discurrir, según mis hijos, ha ganado la más bella.
Aquí les dejo la primera prosa del libro:
Lento moría, lo sabía.
Y aún así, no dejaba de insinuarse al horizonte con
movimientos cíclicos. El tiempo la acosaba. La eternidad no era bien vista en
el mundo y se sentía frágil, como las alas de un águila en pleno vuelo.
Menguaba, entre las ruinas de un campanario que yacía
en un plano que no llegaba a ser pasado. Y en ese espacio ofrecía resistencia
al tiempo.
―¡Vale la pena vivir, aunque sea amparada en mi
soledad!―, le decía, le gritaba, una y otra vez, pero él no escuchaba, la
quería. No la miraba, la esperaba.
La eternidad se acomodaba en su soledad, se ocultaba y
hacía de su estancia una raíz donde el olvido la adormecía y ella, creía que el
tiempo la olvidaba.
Por su parte, el tiempo, que iba en su contra. Sabía
que ella no le pertenecía a nadie y la condenaba a quedarse con los labios
duros. Reía en el reflejo de un espejo que abrazaba las lágrimas del mundo,
donde ella se sentía reina.
―Nadie quiere morir, todos quieren ser eternos
―reflexionaba ella en su lecho acompañada por el olvido que hacía un caso sordo
a sus palabras―. El tiempo no sólo me tortura, sino que es el carcelero de todo
aquel que me quiere en su camino― seguía reflexionando ―. Tengo que vencerle.
Adelgazaba en un desierto que transfiguraba su
misterio. Sin embargo, ella, sabía que no perduraría siempre.
―¡Qué descaro! ―pensaba el tiempo que aguardaba con su
infinita paciencia su llegada cristalizada―. En la fiebre de un pulso, un
hacedor de sueños la hechizó y abandonó al olvido―. Incrédulo de lo que veía se
sentó en su trono y con enfado, levantó su mano derecha y todas las hojas de
los árboles de una parte del mundo comenzaron a caer.
La eternidad, no dejó sucumbir su vida en las manos de su verdugo que constantemente la llamaba para llevarla a
su locura de barro, arena y oscuridad.
Emprendió su huida, siguió el sendero que la enamoró y encontró su luz.
Hola Mucho gusto me da conocerte mejor Una historia de letras muy linda Te dejo mis huellas Saludos desde el mar de Miami
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarHola Graciela! No te he contestado antes porque me encuentro fuera de Madrid pasando unos días en el campo hasta primeros de septiembre, y no entro en Internet por darme unas vacaciones del pc y todo lo que conlleva.
ResponderEliminarSiento que hayas tenido malos tiempos y deseo te encuentres bien actualmente.
La portada de tu libro me parece preciosa, y la prosa que compartes muy interesante.
Que tengas mucha suerte con el libro y todo te vaya estupendamente.
Un abrazo.
Gracias Elda. Felices vacaciones. Cuídate y un abrazo. Nos leemos.
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