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Un poema de JULIA PRILUTZKY

 

JULIA PRILUTZKY




Dame tu brazo, amor, y caminemos...

Dame tu brazo, amor, y caminemos,
dame tu mano y sírveme de guía.
Ya no quiero saber si es noche o día:
mis ojos están ciegos. Avancemos.

Dame tu estar, amor, en los extremos,
tu presencia y tu infiel sabiduría:
por los caminos de la sangre mía
ya no sé si es que vamos o volvemos.

Y no me digas nada. No es preciso.
Deja que vuelva al pórtico indeciso
desde donde no escucho ni presencio:

Todo fue dicho ya, tan a menudo,
que ahora tengo miedo, amor, y dudo
de aquello que está al borde del silencio.


Reseña biográfica

Nació en Kiev, Ucrania, en 1912 y adoptó la ciudadanía argentina desde temprana edad. Cursó estudios de derecho en la Universidad de Buenos Aires y música en el Conservatorio Nacional. Publicó su primer libro de poesía a la edad de dieciocho años y pronto se convirtió en portavoz de la generación poética de los años cuarenta. Entre sus libros más reconocidos figuran «Antología del amor», «Sonetos» y «Sólo estará la rosa».  

Más poemas en: http://www.amediavoz.com/prilutzky.htm





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