Del cielo bajo un ángel
y se instalo en nuestra casa.
Nos ilunimo con su risa
y nos abrazo con sus alas blancas.
Del cielo se perdió un ángel
y lo hecharon mucho en falta.
Pues su dulzura regalaba
a todo aquel que se acercara.
Del cielo reclaman al ángel
en un bando lo proclamaron.
No saben donde ha ido
no saben como ubicarlo.
Pero al cabo de un tiempo lo encontraron
y tuvimos que dar gracias.
Porque al final lo dejaron
que con nosotros se quedara.
Nos pusieron una condición
sino el cielo no los quitaba.
Que su nombre fuera bello
por lo cual le pusimos... Claudia.
Graciela Giráldez
Del poemario “Cálida esperanza”
Centro de estudios poéticos Mayo 2008
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