Un cristal divide nuestras vidas.
De un lado esta el hombre que yo amo.
Enamorado de su vida y su pasado.
y del otro lado yo, que vivo soñando.
Sueño con su amor posado en mi vientre.
Sueño con su voz gritando quererme.
Sueño con su risa, riendo con la mía.
Sueño con sus manos acariciando las mías.
Solo nos separa un cristal, cada mañana.
y aunque parece que no es nada.
separa mis sueños de los suyos, que esperan su llegada.
Separa mi esperanza, que esta de él enamorada.
Sueño con tenerlo cada madrugada.
Susurrar le al oído, mil canciones al alba.
Quiero que esta noche sea una noche mágica.
Quiero que por fin descubra el amor en mi mirada.
De un lado esta el hombre que yo amo.
Enamorado de su vida y su pasado.
y del otro lado yo, que vivo soñando.
Sueño con su amor posado en mi vientre.
Sueño con su voz gritando quererme.
Sueño con su risa, riendo con la mía.
Sueño con sus manos acariciando las mías.
Solo nos separa un cristal, cada mañana.
y aunque parece que no es nada.
separa mis sueños de los suyos, que esperan su llegada.
Separa mi esperanza, que esta de él enamorada.
Sueño con tenerlo cada madrugada.
Susurrar le al oído, mil canciones al alba.
Quiero que esta noche sea una noche mágica.
Quiero que por fin descubra el amor en mi mirada.
Graciela Giráldez
Del poemario “Noche soñada”
Centro de Estudios Poéticos Noviembre 2007
Comentarios
Publicar un comentario