Por la ventana pasa la montaña y viene el mar, como pasa el día y llega la noche, como pasa sorda la cabeza de la nieve y tras su manto blanco se va. Así, por la ventana pasan ante nuestros ojos las múltiples moradas de este viaje, donde dejamos retales de nuestra vida: colgados en los árboles, recostados en el bosque, ocultos en el viento. Por la ventana buscamos el sueño que vive bajo la piel del fuego, giramos en espiral, nos dejamos abrasar, golpear el rostro. Nos dejamos seducir por esa llamarada que nos reencuentra con una boca desnuda, urgente, que nada entre la locura y la razón cuando quema el ácido que cae desde aquel recuerdo, nos transforma en ironía, no existen las palabras, solo señales, revelando el obstinado escaparate de nuestra historia. Publicada en, el tren de abril , año 2014.
AVENTURAS EN VERSO - POESÍAS RELATOS Y OTRAS HIERBAS