El bloqueo literario o el famoso miedo a la hoja en
blanco desaparecen con el tiempo. Cuando nos sentamos a escribir, hay que procurar
no poner un listón muy alto, tampoco al ras del suelo, pero es mejor guardarlo
en un cajón con llave. Si tus expectativas a la hora de escribir no son muy
altas no existe el bloqueo literario.
Piensa en los niños cuando juegan con su juguete
favorito y su mundo a medida. Si el niño se deja llevar por el juego, existe
juego, verdad? Pues algo así pasa con la escritura. Te sientas a escribir y te
dejas llevar por la historia, te diviertes con ella y te olvidas del listón y
de esas expectativas que te pusiste en su momento, si hay escritura por lo
tanto no hay bloqueo. Tienes que faltarle el respeto a la escritura y al
cuaderno en el que escribas, escribe por el reverso de una hoja usada, en
papeles que vayas a tirar a la basura. Recuerda que escribir es un hábito y
aparte es lo que te gusta.
Todo escritor tiene dos personajes que cohabitan en
su interior uno es el creador y el orto es el crítico literario. Cuando nuestro
crítico literario sale a la luz se produce el bloqueo, por eso hay que
guardarlo bajo llave y disfrutar de la escritura. Estos dos personajes no sólo
se molestan sino que también se necesitan. Cuándo se molestan, pues está muy claro, a la
hora de escribir, de crear. Cuándo se necesitan, a la hora de corregir y
valorar lo escrito.
―¿Cuándo
escribo, ahora o más tarde?
Hay que escribir a una hora concreta y no estar
pensando en otra cosa. Como dice mi profesor de yoga: “hay que respirar
profundo, relajarse y concentrarse en el ejercicio” en este caso la escritura.
Una vez me preguntaron cómo resolvía yo, el tema del bloque literario. Y contesté:
“yo no le doy mucha importancia al bloqueo literario. No se diferencia de otros
bloqueos creativos, hay que escribir dejándose llevar por la historia, el
sentimiento, etc.”
A nuestro jefe, que es el crítico literario que
llevamos dentro no lo podemos engañar pero tampoco nos dejemos avasallar por él y su doctrina. Hay escritores que ante
un bloque literario de días y días han llegado a enfermar. De eso habla Stephen
King en su novela “El resplandor” el protagonista enloquece en un hotel al que
acudió a escribir su novela.
Resumiendo:
Cuando veas a la escritura como un placer al que
tienes derecho, que debes atender empezaras a escribir más y mejor.
Debes evitar fantasear con grandes sueños, acuérdate
del listón que no esté muy alto.
Debes escribir por el placer de escribir y no pensar
en el producto acabado sino en su elaboración. El secreto de la creación es
tener bien separados los conceptos de proceso y producto.
Y por último es recomendable que nos preocupemos
exclusivamente de lo que estamos escribiendo. Se necesita tiempo, disciplina y
autoconfianza. Y esto último se aprende hay que planificar la escritura ya sea de un poema o de un relato. Lo
importante no es publicar la novela o el poema, sino escribirlo.
Un ejercicio para el desbloqueo. Este ejercicio es el
más frecuente entre los escritores. Se hacer una lista de lo que te gusta y lo
que no te gusta.
Ejemplo:
Me gusta ver caer la nieve cuando estoy en casa al
calor de la chimenea.
Me gusta saborear el té con una buena lectura.
No me gusta salir cuando nieva.
No me gusta el ruido que hace la puerta de la
iglesia cuando entro a misa.
SUERTE EN ESTA
AVENTURA. BUCEA EN TU UNIVERSO Y POR SOBRE TODO CONFÍA EN TI Y ESCRIBE.
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