Sientes miedo,
de qué.
De la soledad,
de la noche que nace entre los raíles,
de la muerte que persigue al tren,
del fantasma que con su intensa pupila
te paraliza entre el límite de la nada
y del infinito.
de qué.
Del sueño de seguir
cuando te mira con asombro,
al verte remolcado por la corriente
de un destello disuelto,
en el umbral de una garganta incapaz
de gritar palabras.
Sientes miedo,
de qué.
Avanza.
Das el paso y en el camino
queda la huella,
queda todo,
hasta la separación del cielo y la tierra,
donde el tiempo… es un clavo
que sangra, en mitad del vacío.
Sientes miedo,
de qué.
Lejos de aquí… la gloria.
Publicado en El tren de abril, año 2014
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